viernes, 14 de junio de 2013

El inaceptable costo de los malos jefes

"Los empleados son lo más importante en esta empresa" frase muy común usada por los que liderean a un grupo de personas. Una gran verdad, pero casi siempre todo lo que dicen los empleados son problemas para la gerencia. Usualmente los subordinados tienen una idea clara cuando se trata de imaginar la felicidad en el área de trabajo. Podemos decir que la frustración se concentra en la limitación de nuestros deseos, o en la forma de desear. En 1995 se publicó un interesante libro titulado "Lo que cuestan los malos jefes" que prácticamente se refiere al impacto que un líder puede causar con la calidad de los esfuerzos de sus operarios. El siguiente artículo publicado es un ejemplo, del tipo de liderazgo que se espera de alguien que quiere verse involucrado en un ambiente laboral agradable y sano. 



Experiencia personal
Hace poco más de 6 o 7 meses, estuve trabajando en una empresa cinematográfica.  En dicha empresa el ambiente entre los trabajadores era muy agradable. El respeto y la cordialidad entre los miembros del staff, era realmente bueno. Pero como en toda organización había un "jefe", el cual a mi parecer no era bueno en su labor. Primeramente porque una de las características importantes que debe tener un líder es el tener una relación de amabilidad y respeto para sus subordinados  y en este caso no era así. El solo tenerlo enfrente o saber que había llegado creaba un ambiente de tensión entre los empleados. Al saber los trabajadores que su jefe se encontraba cerca entorpecía sus labores. 

El nuevo milenio ha transformado a las industrias y organizaciones. A los líderes del siglo XXI ya no se les exige  tanto el conocimiento ni la habilidad analítica, sino el trato y el saber guiar a su gente, obviamente sin dejar de lado el atender las necesidades que se demanden.









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